Un poco de luz sobre los problemas en Dependencia

Tengo que reconocer que lo primero que se me vino a la cabeza al ver los titulares sobre Echenique fue “hijo de la gran puta”. No, ya sé que no es la reacción más civilizada del mundo. Un instante después vino la decepción, el momento en el que piensas que, a lo mejor, en el fondo sí que es verdad que son todos iguales (o como poco, parecidos). No se me ocurrió pensar que peor lo hacen otros, aunque muchos han señalado con razón la hipocresía de ver la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio. Será verdad, pero yo soy de esa gente y de esa izquierda que, para bien y para mal, es más crítica consigo misma que con los demás. Y así nos va, que dirían algunos.

Luego pensé que, teniendo en cuenta el tratamiento informativo que recibe Podemos y que Echenique había admitido casi inmediatamente su error, tenía que ahondar más. ¿Qué había pasado exactamente? Supongo que parte de hacerme esta pregunta viene de “¿Por qué iba un político de su relevancia a meterse en un berenjenal por algo relativamente pequeño?”. Pequeño en envergadura, no en importancia; un poco como arriesgarse a ir a la cárcel por robar un paraguas, sobre todo si eres la baronesa Thyssen. Y eso que la baronesa no es la número 3 del partido más criticado y vigilado del país. Así que decidí investigar un poco.

Después de leer las noticias en distintos medios y las reacciones de la gente, me han quedado claras 4 cosas:
1) Los españoles en general no tienen ni idea de cómo funciona eso de ser autónomo, y los que han oído campanas (no necesariamente saben dónde) solo han oído hablar de los falsos autónomos.
2) Los medios de comunicación están en plena carrera por ver quién da la noticia primero, pero la abandonan en cuanto la publican. En general, no se molestan en explicarla en profundidad, dar un contexto, contar con un experto en el tema que hable de todas las implicaciones o posibilidades, etc. Además, en el ansia por pedirse “primer”, construyen titulares que van de lo ambiguo a lo malintencionado (qué sorpresa, ¿eh?). Ha pasado casi una semana y todavía podemos contar con los dedos de una mano los artículos que ahondan en el tema.
3) En parte como consecuencia de esto y porque de momento solo tenemos la versión de Echenique, incluso si se leen varias fuentes, nos falta información para poder entender al 100 % lo que ha pasado. Y en cosas de Seguridad Social, contratos y relaciones laborales, los detalles son absolutamente fundamentales.
4) Los tres puntos anteriores no son un obstáculo para que la gente se anime a despellejar sistemáticamente al “acusado”, a menudo sin tener más información que la que se lee en los titulares.

Vamos allá. Pablo Echenique tenía un asistente personal que le atendía una hora diaria, prestando ese servicio a través de una empresa. La empresa cierra, el asistente se da de alta como autónomo para seguir trabajando y Echenique quiere seguir contando con él. Acuerdan un pago de 300€ al mes: según Echenique, 5 horas semanales; un total de 15€ la hora, muy por encima de lo que cobraría un trabajador en plantilla (como es lo normal con contratistas y autónomos).

Aquí tenemos que hacer un ejercicio de lógica y de documentación sobre trabajar por cuenta propia de manera habitual: si uno no tiene derecho a la reducción de cuota, la “broma” sale por un mínimo de unos 267 € al mes independientemente de lo que se trabaje y se cobre. ¿Que este mes solo te ha llamado un cliente y has cobrado 40 €? Paga 267 €. ¿Que has tenido un mes horrible o has estado malo como un perro y has ganado 0 €? No me cuentes tu vida y suelta los 267 €. La única excepción es si la actividad no se hace de forma continuada (si solo es algo esporádico) y si se ha ganado menos del SMI anual: entonces, no hay que darse de alta. Pero, una vez dado de alta, esta es la fiesta.

El ejercicio de lógica viene de que si el asistente de Echenique se dio de alta como autónomo Y acordaron que iba a cobrar 300 € mensuales por esas 20 horas totales, esto solo tiene sentido si el asistente tenía otros clientes y trabajaba con ellos de forma habitual. Si no lo hiciera, no se habría dado de alta como autónomo. Si solo trabajase para Echenique, estaría por debajo del límite del SMI y, como lo de la “habitualidad” está formulado de forma ambigua en la ley (no especifica tiempo ni frecuencia), no estaría obligado a darse de alta. Creo que esto es indiscutible: por muy desesperado que uno esté, trabajar 20 horas al mes para sacar 33 € (sin contar gastos de desplazamiento) es un sinsentido absoluto.

Así que entonces, podemos suponer con bastante certeza que:
a) tenía más clientes,
b) cobraba más del SMI en total,
c) no tenía otras circunstancias que lo pudieran hacer incompatible (como trabajar y cobrar el paro, por ejemplo) y
d) no es un falso autónomo que trabaja para un solo cliente que le impone exclusividad, horarios, sueldo, vacaciones en una fecha, etc.

Si el asistente se convirtió en autónomo, Echenique no es su empleador: es su cliente. Subrayo esto mil veces. No es un tecnicismo ni una nadería. Es una relación completamente distinta. Y un cliente no “le hace un contrato” al autónomo, no “lo tiene trabajando” ni nada por el estilo, como tanto hemos visto en los titulares. De hecho, una de las quejas más frecuentes entre los autónomos que conozco es “la arrogancia de las empresas que se creen que trabajas para ellas”. Entre ambas partes hay un acuerdo de prestación de servicios (a veces, tan simplón como “Necesito X. ¿Lo puedes tener para el viernes?”) y ya está. Y, como en otras relaciones laborales, esto puede ser verbal. ¿Que es mucho mejor para ambas partes si se pone por escrito? Claro. ¿Pero es necesario? No.

Seguimos: como Echenique es un cliente de un asistente autónomo, él paga por un servicio sin más y los asuntos fiscales del proveedor de esos servicios ni le van ni le vienen (en cuanto a responsabilidad, al menos). Se presupone que el autónomo lo es con todas las de la ley. Cuando uno va a una peluquería o llama a un albañil para que le alicate un baño, no pide los libros de cuentas ni las altas de la SS. Y obviamente, si luego resulta que proveedor tiene alguna irregularidad, los clientes no son los culpables. Incluso si es una empresa la que deriva trabajo a autónomos, tanto en sus oficinas como de forma remota, se cuidan muy mucho de especificar que tus obligaciones con Hacienda y la SS son eso, tuyas.

En algún momento, el asistente autónomo perdió clientes, hasta tal punto que ya no le compensaba estar dado de alta… así que cursó baja y se lo dijo a Echenique. Entonces, él (según su versión, que es la única que hay de momento) le dio un plazo para que arreglase las cosas. El Heraldo de Aragón cuenta que: «Le di un tiempo para regularizar la situación, que explorase la posibilidad de darse de nuevo de alta como autónomo o incluso pagarle yo la Seguridad Social» (…) Según la Cadena Ser: “Cuando ambos buscaban una solución, Echenique salió elegido eurodiputado, su estancia en Zaragoza se redujo y aminoró las horas de trabajo de esta persona. Tras renunciar al escaño, el líder de Podemos quiso seguir contando con él. Corría marzo de 2015 y quiso hacerle un contrato. Según indican fuentes cercanas a Echenique, este empleado argumentó que debía consultarlo y valorarlo con el gestor para saber si este contrato podía perjudicar al resto de sus actividades económicas mientras seguía cobrando sin declararlo. Echenique esperó 14 meses en esa situación y lo despidió en mayo de 2016.”

Aquí están parte de los quid de la cuestión, así que hay que diseccionar.

En general, la gente que comenta la noticia parte de la base de “todo el mundo quiere ser un asalariado”. Sí y no. Muchos autónomos (no los falsos, ¿eh?) no quieren serlo; prefieren ser sus propios jefes, que es un arma de doble filo y trae muchas alegrías y muchos quebraderos de cabeza. Incluso cuando el negocio está en horas bajas, muchos autónomos prefieren hacer de tripas corazón y aguantar que volver a trabajar por cuenta ajena. Echenique puede ofrecer un contrato y el asistente rechazarlo por mil razones, y todos tan amigos. Por otro lado, es de sentido común que, si un autónomo tiene 10 clientes y de repente pierde 9, el cliente que le queda no tiene ninguna obligación de hacer que ese autónomo pase a ser empleado suyo. ¿Quién iba a arriesgarse a trabajar jamás con un autónomo, si precisamente la idea es disfrutar de sus servicios sin tener que contraer obligaciones laborales permanentes?

La parte de que “el asistente tenía que consultarlo con el gestor para ver si podía perjudicar el resto de sus actividades económicas” puede deberse a:

• Que, al haberse dado de baja como autónomo, el asistente estuviese cobrando el paro que le correspondiese por haber trabajado por cuenta ajena y no quisiera perderlo. Según la cita anterior, esto se produjo en marzo de 2015 y la ley que hace posible compatibilizar ser autónomo y cobrar la prestación contributiva no se aprobó hasta octubre de 2015, 7 meses después.

• Que el asistente ya tuviera un contrato con otro empleador (un antiguo cliente) y uno más pudiera perjudicarle fiscalmente.

• Que el asistente tuviera que hacer números para calcular si cobrar como autónomo sin cuota iba a dejarle más dinero a final de mes que un contrato como empleado. De esto también puedo dar un ejemplo en segunda persona: conozco a alguien que, trabajando como contratista, rechazó el contrato como asalariada que le ofrecieron porque cobraría menos, incluso descontando las vacaciones y días de baja no pagados.

Pero la situación es incluso más complicada de lo que parece. En el enlace http://www.empleo.gob.es/es/portada/serviciohogar/ encontramos lo siguiente: “Con efectos desde el 1 de abril de 2013, el empleado de hogar que preste sus servicios durante menos de 60 horas mensuales por empleador, y que hubiera acordado con este último la asunción de las obligaciones en materia de encuadramiento en el Sistema Especial para Empleados de Hogar, será el sujeto responsable de la obligación de cotizar. Deberá, por tanto, ingresar la aportación propia y la correspondiente al empleador (o, en su caso, empleadores) con el que mantenga tal acuerdo, por contingencias comunes y profesionales.”

Uno de los puntos sobre los que más se discute estos días es sobre la categoría profesional de los asistentes personales: no son estrictamente “empleados del hogar”, ni enfermeros, ni cuidadores. Es un terreno muy embarrado y, desde que escribí la primera versión de este artículo, he seguido con mucho interés las discusiones que ha provocado, sobre todo aquellas que me señalaban errores en ese sentido. Desde luego, no soy ninguna experta y prefiero remitir a este artículo de CTXT, en el que se habla sobre los aspectos legales de esta situación con mucha más autoridad.

Suponiendo que el asistente fuera un empleado del hogar, sería el “sujeto responsable de la acción de cotizar”. Pero si el “sujeto responsable de la acción de cotizar” solo está cobrando 300€ (o poco más, si le quedaba algún otro cliente), no puede permitirse pagar una cuota mínima mensual de 267 € incluso aunque quisiera. A esto es a lo que Echenique se refiere cuando dice que sabe que lo ha hecho mal y que la culpa es del sistema. El mal funcionamiento del sistema es lo que deja en una posición imposible a las personas que trabajan pocas horas y no pueden permitirse afrontar los gastos que conlleva ser autónomo.

Permitidme que os cuente una historia: mi primer trabajo “en condiciones” fue de forma remota para una empresa de control de calidad, como autónoma. En nuestro acuerdo, había una cláusula que especificaba que yo me hacía cargo de mis obligaciones fiscales, etc. Vale, estupendo. Con las horas que calculaban que iban a necesitar, mis ingresos mensuales iban a oscilar entre 0 € y 280 €. Queriendo hacer las cosas bien, fui a la Seguridad Social a preguntar cómo funcionaba todo esto. Tenía 20 años y no sabía absolutamente nada. La respuesta me cayó encima como un jarro de agua fría:
– 250 € de base mínima y entonces…
– Oiga, pero es que sé que van a ser horas variables y como mucho voy a cobrar 280 €. ¿La cuota no es proporcional a lo que se gana?
– *La señora de la ventanilla me mira como si le hubiera dicho que vengo del planeta Raticulín* No. Ganes lo que ganes, 250 € mínimo.

Mi cara era un poema, claro. Así que la señora, en confianza y cuchicheando, me dijo: “No seas tonta. Para algo así no vale la pena darse de alta. Vuelve cuando te salga más trabajo.” Así que me fui a casa, derrotada por el sistema que no me dejaba hacer las cosas en condiciones. Y no solo derrotada por el sistema, sino encima sintiéndome empujada al fraude que tanto odio.

Y aquí está lo reprochable… en teoría al menos. Lo que Echenique ha hecho mal (siempre según la información que tenemos de momento) es que tuvo conocimiento de que una persona estaba defraudando a la Seguridad Social y no lo denunció. Puesto que no lo denunció y no dejó de contar con él, estaba contribuyendo a la economía sumergida de forma indirecta.

Como ya decía al principio, hay partes de la historia que no sabemos: la versión del asistente, si la ayuda a la dependencia que recibe Echenique obliga a contratar (y no a la relación autónomo-cliente) a un empleado por un mínimo de horas, si la categoría profesional del asistente es compatible con ser autónomo, etcétera. Pero con la información de la que disponemos, parece que lo único que Echenique ha hecho mal ha sido no denunciar a un defraudador y, con su silencio y su dinero, contribuir a la economía sumergida.

¿Cómo de grave es esto? Para responder a esa pregunta, entran en juego nuestros conceptos de compasión y justicia, la disputa entre lo legal y lo moral. Todos nos enfrentamos a estos dilemas casi diariamente. ¿Podemos considerarnos rectos y honrados si no nos hemos dado de alta como autónomos porque no podemos permitírnoslo? ¿Podemos ser ciudadanos ejemplares y no señalar con el dedo a la peluquera que trabaja a domicilio, al albañil que hace la factura sin IVA o al estudiante que imparte clases extraescolares a los niños del vecino? Sabemos que son competencia desleal de los que sí lo tienen todo en regla, pero ¿quién es capaz de denunciarles?

Personalmente, quiero que se investigue este asunto, aunque creo que las explicaciones que ha dado Pablo de momento son lógicas. Si ha habido delito contra los derechos de los trabajadores a sabiendas, no exigiré menos de él de lo que exigiría de otros: dimisión o al menos cuestión de confianza y que los afiliados al partido decidan. Si ha habido delito por desconocimiento de la ley, creo que sería ridículo pedir responsabilidades políticas por un error sin intención.

Por último, quisiera pediros un favor. Pensad en la posibilidad de que Echenique no haya hecho nada malo (más allá de no denunciar). Pensad en el daño incalculable que sufren tanto él como el partido. ¿Cuántas personas han caído en el “son más de lo mismo”, “qué poca vergüenza”, “consejos vendo y para mí no tengo”, etc.? ¿Cuántos votantes ha perdido Podemos con esto? ¿Cuántos políticos se han subido al carro de lanzar tomates? ¿Por qué los medios no han dado más explicaciones? Es más, ¿por qué los medios no siguieron el caso del padre de Rajoy de esta misma forma? Vivimos un momento político muy importante. Las negociaciones para formar gobierno están ahí, las terceras elecciones no se descartan. A lo mejor gritar Venezuela constantemente ya ha perdido su efecto. A lo mejor ya no quieren asustarnos, sino convencernos de que “todos son iguales” y robarnos la ilusión.

Autora: María del Mar Illescas

Enlaces:

http://www.eldiario.es/retrones/diablo-ruedas-Pablo-Echenique_6_542855724.html
http://www.heraldo.es/noticias/aragon/2016/07/26/echenique-tenido-mas-ano-asistente-casa-sin-contrato-sin-seguridad-social-981163-300.html
http://politica.elpais.com/politica/2016/07/26/actualidad/1469533262_987049.html http://cadenaser.com/emisora/2016/07/26/radio_zaragoza/1469533746_690170.html http://www.20minutos.es/noticia/2805447/0/pablo-echenique-asistente-sin-contrato-sin-seguridad-social/
http://www.elmundo.es/espana/2016/07/26/57972a19ca47414e158b4587.html
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